Melaya Leff – Sus origenes reales

La gran mentira – Los verdaderos orígenes de Melaya Leff

Una de las asignaturas que tenía pendiente era el estudio exhaustivo de uno de los estilos más «rebeldes» de la danza egipcia, asociado a mujeres de mala reputación, reivindicativas de la feminidad a principios del siglo pasado, la cual siempre despertó en mí cierta curiosidad, hasta el día en que recopilando material, entre ellas la información que generosamente la compañera Marina Ramé me brindó al respecto…….llegó el «jarro de agua fría»,  la «gran mentira»

La gran mentira – los verdaderos orígenes de Melaya Alef

..y con ella la disolución de aquella idealización de un estilo, en cierta manera «transgresor» para su época no había nacido en las calles de El Cairo, sino que no era más que fruto de uno de los genios de la danza, Mahmoud Reda, creado para uno de sus espectáculos… y si bien dicho descubrimiento generó algo de decepción, seguí adelante con la decisión de incluirlo en el temario de mi curso, y aunque no lo sea, dentro del bloque folclor egipcio, ya que de algún modo representa una época, dorada y gloriosa indiscutiblemente, de la historia de la danza egipcia.

Fuentes:
  • Biografia del bailarin y musico Khalil Khalil
  • Articulo de Zuel en la Revista Añil Danza
LA DANZA CON MELAYA ALEF

La melaya es un tipo de mantón de nylon negro, con el que las mujeres en los siglos XIX y XX, se envolvían de la cabeza a los pies, de ahí su «apellido» leff que sifnifica enrollado o envuelto, suele estar adornada con grandes lentejuelas, dorado, plateado o colores diversos con una franja de encaje en el centro, para simular «cinturón» una vez que está alrededor del cuerpo, haciendo el símil del vestido.

El vestido, llevado al escenario, suelen ser cortos (en el cairo un poco más largos) y de gran colorido, entallado y con volantes al filo de la falda y/o en el escote, junto con complementos en la cabeza, flores, pañuelo con borlas de colores, y con dos trenzas de pelo, generalmente. Puede usarse también un pañuelo tipo ganchillo que cubra mitad del rostro. Se usa también zapatos de tacón bajo.

Suele escenificarse en espectáculos en la zona de Alejandría, aunque también la podemos localizar en el Cairo, y es allí donde la danza toma otro estilo más cercano al baladí, alejándose del estilo pícaro con el que se interpreta en la zona de Alejandría.

La bailarina desarrolla su encanto personal y gracia a la hora de la ejecución de los movimientos, siendo la melaya, el elemento principal de la coquetería, enrollando y desenrollando, mostrando u ocultando, haciendo de este baile, un baile divertido, vital y muy alegre.

Sus canciones, suelen ser alegres, de ritmo rápido, generalmente ritmos baladi y maksun

Deborah Korek, en su libro Danza del Vientre asegura que «hoy en día, el melaya leff ha llegado a tener un elemento teatral exagerado y un poco cómico. A veces puede ser un escena de seducción, otras de celos o un coro de bailarines para que una mujer elija a uno de ellos».

Segun Amir Thaleb en su libro La Milenaria Danza del Vientre, la bailarina «es la mujer que se revela frente a las reglas que le impone la sociedad donde es favorecido el hombre. Ella se cubre con su manto al igual que las demás mujeres pero además representa un símbolo de rebeldía, desafío y poderosa arma de seducción, frente a la desigualdad, en los escasos espacios que le brinda su sociedad».

  • Fuentes:
    • shandradanzaoriental.blogspot
    • Citas; Amir Thaleb – debora loren

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *